sábado, 6 de abril de 2013

Narda Lepes...

tras los pasos de Petrona
La salud, la belleza, el placer de la buena alimentación, todo nos lleva a la cocina. Alejada del refinamiento del universo gourmet,la encantadora  Narda, con su estilo casero nos muestra muy segura que una de sus máximas pasiones  es trasmitir las formas de alimentarse bien.
Una de las cocineras  más populares del país, brinda sus sugerencias para seleccionar con criterio los productos adecuados para el buen comer.
En una entrevista con el periodismo, pudo mostrar que todo en ella concuerda; su casa luminosa, su forma de hablar, con gestualidad incluída, su tono de voz, permitiéndole posicionarse como una cocinera mediática exitosa en todos sus emprendimientos.
Pese a ser una seguidora indiscutida de nuestra máxima representante de la cocina : Petrona Gandulfo, la recrea con un estilo personalizado y propio que la distancia del amaneramiento "puntilloso" del mundo  de la cocina rebuscada.
Todo lo que hace, muestra su marca registrada. Así recomienda comer variado como signo de buena vida.En este punto restringe los límites impuestos por las actualizadas dietas "ligth"... También aconseja de ser posible, tomar contacto directo con los productores de los alimentos.
Tuvo la oportunidad de dictar clases durante la exitosa feria Masticar, y abocarse a la escritura de un libro para chicos, sobre el tema de comer y pasarla bien. Tanto en el libro como en su empresa de catering, coinciden las consideraciones temáticas desde la nominación o título. Ambos tienen el mismo.
Su tarea y su empeño coinciden en comunicar para que seamos conscientes de qué comemos cuando comemos un animal, cuando compartimos. Y así en la comida muestra no sólo el acto de comer, sino el sentir, el pensar , el disfrutar sin culpa. Si comemos un animal, sepamos que antes fue un ser vivo, que pudo haber compartido momentos con el hombre...que debió morir para convertirse en "nuestro plato, o parte de él"; si comemos un vegetal, sepamos de dónde proviene"...
En referencia a la educación del paladar, nunca podemos desechar un alimento hasta que no se ha dado al menos la oportunidad de repetir el intento y degustar ese sabor al menos unas 9 veces.
No es mérito que le guste el azúcar,  o la crema, sino lograr que le atraiga el brócoli... hay que trabajar, esa es la consigna que trasmite.

Refiriéndose a la cocina nacional argentina, mencionó que un plato típico, podría ser el locro , pero que en realidad por las pocas veces que se suele consumir por año y por familia, hay que seguir buscando la
identidad.

"Tenemos que trabajar para no quedar fuera del mapa gastronómico mundial.Los viajeros suelen recomendar más lugares dónde comer que museos a visitar". Y de hecho, Narda, que ha incorporado su trabajo a su vida, no desaprovecha ninguno de sus viajes por el mundo para intercambiar en forma práctica esencialmente sus conocimientos, con los de sus colegas de cada cocina típica.
Y para terminar, qué bueno es leer lo que escribe, si ella misma reconoce que es igual que escucharla hablar. Aquí, en confesión, alude a su simpleza, en este aspecto.

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