Hoy, un día como cualquiera salí rumbo a una farmacia para

Noté que el
señor se mostró con el rostro contrariado por el “incidente”, aunque en total
silencio (obvio). De inmediato el niño pidió disculpas y siguió. Al instante se
dio vuelta y le preguntó: “se pinchó”, “no es nada,yo salí sin mirar” contestó
el hombre. La verdad que el chico no estaba en falta, ya que el espacio que
había libre en la vereda no permitía el paso de una persona de dimensiones
normales. Por lo tanto el niño debía colocar la planta delante o detrás suyo,
en una situación poco controlable, ni siquiera por un adulto.
Pronto
alcancé al pibe, y me detuve junto a él. Así me contó que un señor, había sacado el rosal que él llevaba y
lo iba a tirar. Entonces “yo le dije si me lo daba para llevárselo a mi mamá”. “El
hombre me dijo que la rosa era vieja”. Y
señalándome unos pimpollitos que asomaban en la punta, me dijo: “mire, vieja
pero tiene pimpollos”. “Yo se la llevo de regalo a mi mamá, que le gustan las
rosas”.
También me
contó que su patio no estaba lindo pero que él todos los días le hacía algo
para convertirle a su mamá, ese patio en
un lindo parque, poco a poco.
Yo sentí
una ternura y una emoción que me desbordaba. Por la dirección que me dio
faltaban muchas cuadras para llegar a su casa. Le sugerí, para evitarle tanto
esfuerzo, que parara en algún negocio y pidiera una bolsa, para llevar la planta
arrastrándola; a lo que me contestó con mucha vehemencia que no ya que la
podría romper o estropear.
Entonces le
ofrecí mi ayuda para llevarla hasta donde compartiríamos el camino. Muy
agradecido, seguimos charlando, me preguntó mi edad ya que me vio grande para
llevar algo con lo que arriesgábamos pincharnos, y debíamos tomarla de la
raíz!. Un placer, algo muy conmovedor me iba pasando cada palabra que iba
pronunciando este maravilloso pibe
Le pregunté
si pensaba sorprender a su mamá plantándole el rosal, pero el me respondió que
no. Primero le preguntaría si “le gusta y si lo quiere”. A cada momento, más me
conmovía este chico con la expresión de
sus pensamientos y muestra de sentimientos.
Finalmente
cuando íbamos a despedirnos lo felicité por su actitud hacia su mamá y el me
felicitó por haberlo ayudado a llevarla……….
Ese día
sucedió en mí algo muy movilizador, fue como esas cosas que te cambian la vida.
Algo que no alcanza con describirlo.
Y realmente
en tiempos donde estos gestos de amor, agradecimiento, esfuerzo,no son muy frecuentes, es bueno agregarle a este relato aunque
no le haga falta, el siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=SPnEH-eqyBs
Este es un relato objetivo de un hecho de la vida real desprovisto de recursos literarios
Este es un relato objetivo de un hecho de la vida real desprovisto de recursos literarios
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